Llegamos a un nuevo número de la Revista de Psicoanálisis de Guadalajara, el 13, un número sugerente, transicional, que alude a la transformación. A través de diversas plumas que provienen desde distintos rincones del mundo podemos leer las experiencias clínicas y reflexiones teóricas que cada uno de sus autores nos comparte. Cada tinta proviene de singularidades distintas, psicoanalistas de países como Francia, Uruguay, Argentina, Colombia y México. Empecemos entonces un breve recorrido de lo que podrán encontrar entre sus páginas, buscando que, ante el encuentro con otras experiencias analíticas, puedan cuestionarse acerca de su práctica y, por tanto, sentirse un tanto transformados.
Somos muy afortunados de contar con la colaboración del Dr. Marcelo Viñar en la sección Huellas. Desde Uruguay nos regala un bello trabajo y una emotiva e interesante entrevista que concede a nuestra querida psicoanalista María Esther Guzmán, abriéndole las puertas de su propia casa en Montevideo.
En esta última nos recuerda que el psicoanálisis no es uno ni es global, ni mucho menos estático. El Dr. Viñar nos comparte, desde su vasta experiencia, su punto de vista ante los cambios culturales y sociales, así como los retos a los cuales nos enfrentarnos en la actualidad, sin olvidar su singularidad, obsequiándonos algunos fragmentos de su historia personal. Con esto nos dice que cada uno haremos un psicoanálisis desde nuestra propia subjetividad, tomando en cuenta el fundamento de lo que nos hace ser.
Para ello tendremos que transitar por esos momentos primitivos para asumir quiénes somos, nuestras raíces, nuestra historia.
Lo individual, lo íntimo y lo colectivo resultan determinantes para la existencia humana, por ello habrá tantos psicoanálisis como parejas analíticas. Como en toda ciencia del sujeto, en el psicoanálisis carecemos de certezas y universalidades